Tres grandes acontecimientos en menos de 24 horas revela la oscura situación y la grave crisis en que se encuentra República Dominicana

 

Provocación de Haití

Primer acontecimiento ha sido la canalización del Río Masacre en el poblado de Dajabón provincia fronteriza y que comparte el Río Dajabón con Haití.

Los Haitianos finalmente se salieron con las suyas y canalizaron el Río Dajabón. A pesar de que el gobierno dominicano pidió a Haití detener dicha obra, los haitianos continuaron canalizando el Río de forma desafiante, sin hacer caso al llamado del gobierno dominicano.

Pero no obstante a esto, el llamado del gobierno dominicano, parecía ser más un cumplido que una objeción; Y ahí precisamente es donde influye el problema. Los haitianos, que ya no solo conocen la debilidad y la cobardía del gobierno dominicano ante los temas de los haitianos y de Haití, hicieron caso omiso.  

El gobierno dominicano nunca ha sido enérgico, ante las afrentas y las provocaciones de los haitianos, o mejor dicho no han querido serlo, porque al parecer algo muy fuerte se lo impide. No es pedirle a Haití que detenga la obra; es dar un ultimátum, lo cual, al parecer, no es por falta de coraje, sino por entreguismo o complicidad. 

La debilidad del gobierno ante un problema tan grave, viene también acompañada de una serie de maniobras para opacar el tema; por ejemplo: El gobierno no da seguimiento, no envía una comisión militar a la frontera a observar y estudiar la problemática, no se pronuncia acerca del caso, no anuncia nuevas medidas para lograr detener a los haitianos, y a eso le agregamos el sospechoso silencio de la mayoría de los medios.

Sin embargo, aun cuando el gobierno hiciera una advertencia seria a Haití, el gobierno sabe más que nadie que los haitianos no tienen gobierno, y mucho menos diplomacia para dialogar o detener la canalización del río.

Un silencio del primer mandatario de una nación, ante una situación tan grave y delicada, envía el mensaje más claro a los haitianos, que la supuesta advertencia que se publicó en los medios, la cual más bien parecía una cortina de humo para salir del paso mientras ante las presiones de públicas mientras inventaban con que desviar la atención del tema.

Canciller pide regularización de haitianos para poder aplicar ley 80-20 y cerrar la frontera

Curiosamente, a solo pocas horas de que se informara dela grave situación por la canalización del Río Masacre, el flamante canciller Roberto Álvarez hacía un pedido a su propio gobierno para regularización de los millones de haitianos en el País, para poder aplicar la ley laboral 80-20 y cerrar la frontera.

Sea como sea que se quiera interpretar la intrepidez del canciller, no fue más que lanzar un gusano para revolver el gallinero y luego opacar y enterrar por completo el impacto de lo que sucedía del lado Haití con el Río Masacre.

Otros como Juárez Castillo lo califican de un premio a los haitianos, lo cual es también muy válida interpretación del mensaje, aunque habría que irse más allá para englobar todo lo que significa la actitud del canciller ante tal amenaza en la frontera.


Si lo vemos de esta perspectiva y tenemos en cuenta que el primer mensaje del gobierno a los haitianos en el que pedía detener la canalización del río, no fue suficientemente enérgico, ni contundente, que solo fue un titular mediático para calmar las aguas, podemos entender que el segundo mensaje era una continuidad del primer mensaje, solo que muchos no lo descifran el mensaje.

El primero para calmar a los indios tontos dominicanos, y el segundo para calmar a los haitianos, y hacerles entender, que están, de su parte, "que era el llamado fue solo de mentiritas",

Con la única vertiente que los haitianos entienden bien la jugarreta, pero los dominicanos entienden ni pío, aunque el mensaje fue muy subliminal pero bastante claro para los haitianos y la comunidad internacional.

Haitianos asesinan a 4 dominicanos y dejan un herido en Dajabóm

Y nuevamente la coincidencia no puede ser mayor; a lo mejor, algunos tendrían que usar una mayor imaginación para poder entender hasta donde pueden conectarse ciertos casos que en asumidas cuentas pueden tratarse solo de "pura coincidencia". Sin embargo, dado el panorama de la situación concurrente, no es tan difícil conectar los hilos, siendo que no es incluso la primera vez que ocurre que un tema entierra al otro, pero no precisamente por coincidencias.

En ese contexto no se puede detener la amplitud de la libre imaginación del pensamiento humano. A menos que seamos los menos pensadores; los más cerrados y obtusos, entonces deberíamos comenzar primero por el tiempo en que ocurren los hechos, segundo, la línea del tema de los hechos, y tercero, la secuencias en la ocurrencia de los hechos, y de repente, se conectan los hilos sin mucho rebuscar.

Si bien la mayoría de los dominicanos no harán ese ejercicio; no porque no tengan la capacidad de análisis o por su ciega credibilidad en sus autoridades, ó porque no prestan atención y otros no se atreven a decirlo, entonces alguien tiene que decirlo, y por eso "se tenía que decir y se dijo", por si hay sospechas, por si hay dudas, por si no saben, por si sienten la curiosidad o por si alguien tiene miedo de decirlo.

 


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