10.20.2020

Juan Bolivar Diaz usa su poder como embajador en España para volver a acosar al estado dominicano



Juan Bolivar Diaz usa su poder como embajador en España para volver a acosar al estado dominicano.

El embajador en España Juan Bolivar Diaz pide espinosamente restablecer la jurisdicción de la CIDH para que se le otorgue nacionalidad dominicana a todos los haitianos.

En un artículo publicado en el periódico Hoy, de fecha 17 de octubre de 2020, Juan Bolivar Diaz publica un artículo que titula:

"Conviene restablecer la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos"

En dicho artículo nuestro flamante embajador en España dice lo siguiente: 

"Bastaría con que el Congreso Nacional ratifique la competencia de la Corte, ya contenida en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, acogiendo ese requisito de la sentencia 256-14 del Tribunal Constitucional".

Es un extenso artículo en el cual hilvana sus mas profundos y maliciosos criterios contra el país; se subleva en teorias e ideas fantasiosas todas con su mal propósito,

El flamante embajador explica como podriamos lograr ser parte del tren que nos dirigiría al precipicio de la desaparición como nación, un tren llamado Corte Interamericana de Derechos Humanos y donde expone como aún nos afecta la TC-168-13, los supuestos apátridas y como debemos aplicar la ley 169-14 para que nos sigamos desacreditados y en vergüenza como país.

Claro está, el nuestro flamante embajador no mencionó en su retórica los 8 millones de turistas que un país desacreditado y en vergüenza mundial recibió el año pasado, ni que somos el país #1 en el Caribe el caribe , el 3ro en Latinoamerica, y por si se le olvidaba, RD es ahora el centro de la disputa entre dos titanes Estados Unidos y China. Pero es que a lo mejor los dominicanos hemos dejado de comer, beber, o estamos desterrados y en miseria, porque un grupito de traidores nos acusó de ser un país de racistas y de apatrídia.

Claro, pero como es que no nos habíamos dado cuenta, que estamos tan mal por la difamación internacional y la "vergüenza" de ser el país que somos, que tenemos a Haití y a Venezuela perversamente invadidos.

Todo por una campaña de descrédito de la cual orgullosamente nuestro embajador en España es el anfitrión principal, a eso no le debemos llamar vergüenza sino "orgullo".

Fíjese usted, un pais en vergüenza y desacreditado es #1 en turismo del Caribe y 3ro en Latinoamerica.

Y pensar que los autores de la difamación, el acoso,  el chantaje y traidores enemigos que atacan a la nación dominicana, son los mismos quienes ahora descaradamente utilizan su poder desde el mismo gobierno para destruir a su propia nación. Pero aún tiene el tupé de hablar de vergüenza.

El país no es una vergüenza, tampoco sus leyes soberanas lo son, quienes son una reverenda vergüenza son los dominicanos quienes por llenar sus bolsillos son capáces de lo que sea para aniquilar a su propia nación, aún desde un puesto gubernamental desde el cual al menos deben disimular sus frías y siniestras intenciones contra la tierra que los vió nacer. Por el contrario en vez de aparentar lo que deben representar como empleados y representantes nuestros, se aprovechan ahora del poder que le otorga un puesto del estado para atacar sin piedad a esta ya apaleada nación.

Como si no existiera un estado quebrado, un estado en pandemia, un estado en emergencia. No, solo existe un estado de "apatrídia" eso es lo mas urgente que hay que resolver. Es un estado donde el Haitiano va primero y luego los dominicanos que hagan fila. Pero hablamos de vergüenza y de mala fama. aún cuando son los mismos verdugos que ejecutan esas acciones contra su propio pais.

Juan Bolívar Diaz quien ahora es ahora el embajador dominicano en España; es un conocido enemigo acérrimo de la nación dominicana vuelve a la carga con ataques y acosos al estado dominicano; esta vez pide que se le de jurisdicción a la Corte interamericana de los Derechos Humanos nada más y nada menos que para obligar al estado dominicano a cumplir el fallo expedido por esa Corte el 28 de agosto de 2014, el cual malogra la soberanía y disuelve la constitución dominicana.

En dicho fallo la corte condenó a la República Dominicana, y ordenó al estado a disolver su propia constitución para otorgarle nacionalidad a los haitianos quienes ni siquiera estaban inscritos en el registro civil.

La sentencia emitida por la CIDH fue arbitraria fue injerencista y violatoria de la soberanía dominicana, una sentencia que condena al país por cumplir su propia la ley contenida en el artículo 18 de su constitución como estado soberano. Ley que ha sido ratificada múltiples veces desde 1929, también fue ratificada en 2004, 2007, 2010 y 2013.

Esta última ratificación fue precisamente a raíz de un sometimiento hecho por la nacional haitiana Juliana Deguís Pie, quien alegaba ser dominicana y que supuestamente se le estaba despojando de su nacionalidad dominicana, lo que resultó ser falso luego que se descubriera que la nacional haitiana Juliana Deguís Pie poseía documentos dominicanos falsos, lo que causó que el Tribunal Constitucional fallara en su contra con la sentencia 168-13, la misma sentencia a la vez ratificó la ley de nacionalidad dominicana contenida en la constitución desde 1929, la cual también se refiere a las personas en tránsito en territorio dominicano y aclara manera inequívoca quienes son dominicanos de acuerdo al artículo 18 de la constitución dominicana ratificada desde 1929.

Fue una guerra mortal contra la nación, guerra que fue declarada por Juan Bolívar Diaz y un grupito de traidores; enemigo de la nación, y fue justamente a raíz de esa sentencia (168-13) que Juan Bolívar Diaz y todo su curul de enemigos del estado dominicano maniobraron para que la CIDH condenara a la República Dominicana, ordenándole incluso disolver su propia constitución para que se eliminara esa ley de nacionalidad que impide a todo hijo de personas extranjera en situación tránsito o que residan en el territorio dominicano de forma ilegal obtener la nacionalidad dominicana.

Aquella perversa y siniestra sentencia expedida por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, no solo estuvo cargada chantaje, despotismo y malicia, sino también de violación a la soberanía del estado dominicano. Fue tan grande la maldad, que el mismo Juan Bolivar Diaz se declaró abiertamente un tétrico enemigo del estado dominicano, sin ningún pudor dijo que la República Dominicana no existía soberanía. 

Su cruel y obstinado afán por destruir a la nación dominicana con un arma letal para el estado dominicano llamada Haití lo ha llevado no solo a revelarse abiertamente como un traidor enemigo sagaz de la nación dominicana, sino que por su tenacea contra la nación olvida su rol como embajador de España representando al estado dominicano.

¿En que otro lugar del mundo un embajador que represente a su país cumple su rol de embajador atacando a su propio país? ¿A esto pretende dedicarse el señor Juan Bolívar Diaz, desde la posición que los ciudadanos dominicanos les pagamos?

En este sentido; creo que el señor Juan Bolívar Diaz está en el puesto equivocado. Debió ser nombrado embajador de Haití, para que represente a los haitianos con una razón válida, pero no con el sueldo que le pagamos los dominicanos de nuestros impuestos, porque no le pagamos para que abogue por los haitianos, le pagamos para que abogue por los ciudadanos dominicanos y los ciudadanos dominicanos somos el estado dominicano.

La Corte Interamericana de los Derechos Humanos nunca tuvo jurisdicción en el estado dominicano, debido a que el procedimiento que se empleó para agregar al estado a dicha corte fue hecho de forma ilegal, sin que fuera aprobada por ninguna entidad jurídica, ni por el congreso. De modo que todas las sentencias emitidas por la CIDH en contra el estado dominicano ha sido no solo arbitrarias sino ilegales y violatorias de nuestra soberanía.

Partiendo de este criterio podemos ver claramente que el señor Juan Bolívar Diaz desea que el estado le de jurisdicción a una corte que es una férrea enemiga del estado dominicano.

En la República Dominicana no existe la apatridia, a lo que los incesantes enemigos de la nación le llaman despojo de nacionalidad no es más que una falacia, basada de la farsa de una masiva y perversa suplantación de identidad por parte de los haitianos, la cual valga la redundancia está dejando a muchos dominicanos sin identidad, todo apoyado por el mismísimo gobierno dominicano, la ONU, Unicef, Unión Europea y el mismo grupito nefasto de enemigos de la patria dominicana el cual encabeza Juan Bolívar Diaz.

No se le puede llamar válido al delito, suplantación de identidad es un delito, el cual parece que República Dominicana es un premio la violación de las leyes dominicanas. Pero más siniestro todavía pretender que se le otorgue nacionalidad a personas que ni siquiera con suplantación de identidad aparecen en el registro civil, pero que tampoco pueden probar que son dominicanos de ninguna forma.

A fuerza de chantaje, falsas narrativas, acusaciones de racismo, xenofobia, acosos, difamaciones al país internacionalmente esta solapa de mugre siniestra compuesta por anti-dominicanos y traidores como Juan Bolívar Diaz pretenden obligar al estado dominicano a disolver su propia constitución para cederle nuestro registro civil a Haití y de eso modo borrarnos a los dominicanos de la faz de la tierra.

No hay que saber contar 2+2 para saber que si el estado dominicano le otorgara nacionalidad a los haitianos sin verificar pruebas, sin saber ni quienes son esas personas, cualquiera que entre ilegal desde Haití dirá que es apátrida, que lo despojaron de sus documentos por se negro, que no está registrado en el registro civil y que sus padres murieron o lo abandonaron como pasó son la aplicación del aberrante decreto 327-13 y sigue pasando hoy en día, todo basado en una mentira, y si no le creemos la mentira recurren al terror del chantaje, de las acusaciones de racismo y a la difamación de país internacionalmente, lo cual constituye una vergüenza para estos seres malignos como Juan Bolívar Diaz, que se hacen llamar dizque dominicanos, pero no pueden odiar más a su propio país y ser más despreciables de lo que son.

Si alguien se opone a sus aberrantes propósitos, es racista, xenófobo y todos los nombres que quieran vomitar por su boca como forma de represión, censura y de silenciar a las voces que no les conviene que hablen. Es una dictadura impuesta usando a los organismos internacionales para aplastar los derechos soberanos del país y para suprimir nuestro derecho a expresarnos ante el incesante y terrorífico acoso de las ONGs y de un perverso traidor como Juan Bolívar Diaz.

El señor Juan Bolívar Diaz quiere que amolemos cuchillo para nuestra propia garganta.

El señor Juan Bolívar Diaz pretende que nos pongamos en frente al misil que nos lanzan para el misil nos pueda volver cenizas y nos eliminen de la faz del planeta. ¡Que cachazas!

El presidente Luís Abinader; a puesto como embajador de España a una persona que no nos representa, y de persistir los ataques del señor Juan Bolívar Diaz al estado dominicano, los dominicanos de buena voluntad pediremos su destitución del cargo que ostenta. Deberá ser destituido por representar una agenda ajena y opuesta a nuestra nación.

No estamos dispuestos a seguir pagándole un sueldo a una persona que no representa nuestros intereses. No podemos seguir aceptando que la tiranía, el despotismo y la dictadura de los enemigos de la nación se nos esté imponiendo, usando nuestros propios impuestos con los que le pagamos a Juan Bolívar Diaz.

El presidente Luís Abinader debe tomar cartas en el asunto a tiempo o de lo contrario el problema se le va a agrandar y no habrá vuelta atrás. Un servidor público representante de una embajada está para representar los intereses de su país y no intereses foráneos.

 

 





1 comentario:

  1. Uuff Como siempre mi querida amiga.Magistral Está artículo hay que hacerlo llegar a las manos de este traidor

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