DECLARACION
PUBLICA
ANTE LA PERSECUCION, Y ATAQUES
VIOLENTOS CONTRA NUESTROS AGRICULTORES EN DAJABON, EXIGIMOS Y DEMANDAMOS LA
INTERVENCION INMEDIATA Y DRASTICA DE LAS AUTORIDADES.
SE REPITE LA CONTINUADA Y
ANTIGUA PRACTICA ILICITA HAITIANA DE PRESIONAR PARA OCUPAR TERRITORIOS
DOMINICANOS COMO HECHOS CUMPLIDOS.
AL GOBIERNO, AL PRESIDENTE
DANILO MEDINA Y AL PRESIDENTE ELECTO LUIS ABINADER CORONA.
El
Movimiento Patriótico y Nacionalista dominicano, compuesto por diversos grupos,
entidades, y activistas cívicos y patrióticos, tanto en el país como en
nuestras comunidades dominicanas en el exterior, repudiamos los ataques y
agresiones armadas ilícitas, abusivas e
injustas, perpetradas por las violentas bandas haitianas en contra los humildes
agricultores dominicanos productores de arroz de las comunidades de El Coco y
de Sanchez, en Dajabón, y demandamos la urgente e inmediata intervención del
Gobierno, y de los organismos responsables de la defensa territorial y
fronteriza, y de la seguridad ciudadana de todos los dominicanos, para proteger
a nuestros humildes agricultores, garantizar sus propiedades, y el derecho que
tiene a trabajar en sus predios en paz y con plena seguridad, tal como lo
dispone de manera imperativa la Constitución de la Republica.
Demandamos
protección urgente e inmediata, para nuestros pacíficos y laboriosos
agricultores no solo de Sanche y El Coco, sino además de la Laguna de
Saladillos, de La Vigía, y de toda la zona regada por el Canal Caamaño.
Nuestros
agricultores, pequeños ganaderos y productores, no pueden abandonar sus predios
ante la virulencia de estos agresores que les amenazan y agreden con el único
propósito de adueñarse de sus propiedades y predios. Tierras estas que luego
serán exigidas, y reclamadas ante la comunidad internacional como parte de los
territorios haitianos bajo una pretendida aplicación de facto del uti
possidetis, del derecho internacional público.
Y tal como esta
demostrado, desde el Tratado de Aranjuez hasta la fecha, bajo presión,
coacción, falta de patriotismo, y responsabilidad histórica de nuestros
gobernantes, la Republica Dominicana, ha venido progresivamente perdiendo
territorio, mientras por otra parte, los haitianos, han ocupado comunidades
completas en todo el país, y bajo la permisividad de nuestras autoridades,
avanzar aceleradamente hacia un proceso masivo de suplantación civil,
amenazando la existencia misma de la población dominicana, y nuestro dominio
territorial soberano, vale decir, gestando la destrucción de la Republica. Y nuestro
pueblo, no podrá seguir tolerando esta situación que amenaza nuestra propia
desaparición.
Las bandas y
grupos haitianos típicamente agresivos y violentos, intentan imponerse por la
fuerza, en toda la zona, pero además pretenden, desalojar a nuestros campesinos,
tal como ellos mismos han denunciado, de sus tierras y conucos para
desplazarlos y pasar a ocupar sus tierras y posesiones dentro de los limites
fronterizos de la Republica Dominicana, lo cual resulta inaceptable, no solo
porque es una acto de violencia contra nuestros ciudadanos, sino además porque constituye
una violación de los límites fronterizos y los tratados entre ambos países, los
cuales tienen que ser respetados, porque implican violaciones a nuestra
soberanía territorial y política.
Pero más allá de los Tratados y acuerdos bilaterales,
invocamos las responsabilidades comunes ambos Estados, derivados del acuerdo de
Washington de 1938 y el modus operandi de 1939, que eran y son, los dos
instrumentos internacionales vigentes en las relaciones domínico-haitianas,
ratificados por los congresos de ambos países.
Acuerdos estos,
que además de ser leyes nacionales en ambos países, resultaron no solo auspiciados, sino que fueron
además sus testigos los presidentes Theodore Roosevelt de Estados Unidos,
Lázaro Cárdenas, de México y Federico Laredo Bru, de Cuba, y con los cuales se
resolvió el diferendo generado por los lamentables conflictos surgidos entre
ambos países en 1937.
Ante la grave situación, similar a la que padecemos
actualmente, en la década del 40 el Estado dominicano, procedió a financiar
mediante el Banco Agrícola, a los productores de arroz, de la compra de
escopetas calibre 16, para proteger sus predios y sus familias del pillaje que
entonces prevalecía.
Todo el país sabe, y conoce perfectamente, los sucesos, en
muchos casos dolorosos y trágicos, que diariamente ocurren a lo largo de toda
la frontera, en perjuicio de los dominicanos, incluyendo ataques y agresiones
contra nuestros miembros de la seguridad del Estado, del Ejercito, Policía,
Forestales, y Aduanas.
Continuamente, comunidades completas de agricultores pobres y
marginales, pequeños criadores de reses y chivos de la frontera, se ven
desesperados ante las acciones de cuatrerismo, secuestros y violaciones que se
comenten contra ellos, y sus familiares, a manos de bandas haitianas que actúan
en la zona con franca impunidad y libertad, movilizándose a su antojo en
nuestro país, muchas veces protegidos por grupos sociales, religiosos, y Ongs
extranjeras, que promueven y ven, como un “hecho de justicia” la ocupación
haitiana de nuestro país, y que sirven de “santuarios” para proteger y esconder
a los agresores haitianos, y ocultarlos de la justicia dominicana.
Entre los casos más recientes, se incluyen,
además, el asesinato a tiros del sargento mayor del Ejercito Mónico
Ogando, ultimado el 23 de octubre del 2014, por un nacional haitiano en el
puesto de chequeo de la Sección Las Lagunas, de Elías Piña, del cual el
Sargento Ogando era encargado.
Este hecho, totalmente injustificable ocurrió,
mientras el Sargento simplemente hacia el chequeo de rutina, y el haitiano se
resistió, sacando una pistola y disparándole a quemarropa.
El 18 de agosto del 2018, un grupo de soldados del
Ejército dominicano se vieron obligados a repeler un ataque a tiros y piedras
de una turba de haitianos en el paso fronterizo de Carrizal, Elías Piña, cuando
trataban de hacer pasar a la fuerza un cargamento de cemento sin pagar los
impuestos correspondientes. Durante el enfrentamiento tres haitianos y un
soldado dominicanos resultaron heridos.
El 12 de noviembre del 2018, nuestro país se vio estremecido
ante la denuncia del secuestro durante varias horas, del Dr. Pedro Ureña,
reconocido cardiólogo dominicano, junto a un grupo de amigos mientras recorrían
la carretera internacional, entre Pedernales y Restauración, (la llamada
“Tierra de nadie”) a manos de una turba de haitianos armados de machetes y
cuchillos.
Entonces el Dr. Ureña calificó de increíble lo que le pasó, debido a
que “los militares dominicanos apostados en la frontera permiten esa situación
y no defienden a los criollos que se desplazan por la zona”.
El lunes 7 de enero del año 2019, resulto asesinado del
cabo Ontario Montero, quien resultó muerto, durante un despiadado ataque criminal
ocurrido en la comunidad Pinzón del Municipio Comendador en la Provincia
fronteriza de Elías Piña, mientras cumplía con sus responsabilidades de patrullaje, junto al sargento
Carlos Manuel Montero Lorenzo.
El 19 de enero del 2020, un grupo de ganaderos de la
comunidad de El Guanal, Santiago Rodríguez, acusaron
directamente a un ciudadano haitiano que laboraba en el campo de envenenar por
lo menos 39 reses de calidad, afectando seriamente a sus propietarios.
Estos hechos demuestran que en modo alguno se trata de “casos
aislados” como se pretende difundir desde el gobierno, sino que obedecen a una lógica
de “intimidación progresiva” a los dominicanos, y que demuestran claramente que
las autoridades nacionales, evaden consistentemente asumir responsabilidades,
diluyendo siempre el origen de los hechos, y distorsionando la realidad, para
confundir al país sobre el estado real de lo que esta ocurriendo con los haitianos
en todo el país, y ocultar un problema que empeora cada día.
Ante la desesperanza, y la falta de apoyo y protección de
nuestras autoridades, cunde entre nuestros campesinos, la desesperanza y el
temor, y se ven obligados de abandonar sus predios, que de inmediato pasan a
ser ocupados por familias completas de haitianos, que prosiguen desalojando, de
manera implacable y violenta, bajo chantajes y agresiones a los dominicanos,
que, sin lugar a dudas, es otro de los objetivos que se persigue con estas
acciones de violencia injustificada.
No cabe dudas de que el gobierno carece de una voluntad política,
y de una política militar de seguridad para enfrentar esta situación que cada día
afecta mas a los dominicanos pobres y vulnerables de la frontera, quienes se
sienten abandonados a su suerte, sin protección alguna, lo cual nos lleva a
periodos superados de la historia dominicana.
En Santo Domingo, 9 de julio del 2020.
Leonardo de León Virginia
Du Breil
Dra. Laura Gil Federico Henríquez Grateraux
Pedro Cepeda Jhonny Curiel
Paradas
Manuel Valdez Ramon
Quiñonez
Genoveva Merejildo Cesar
Peralta
Marino Marco Vargas Francis
Aguiar
Bruno Valdeiras Camelia
Vargas
Inmaculada Nuñez Valerio Lourdes
Alemán
Daniela Polanco Angelo
Vasquez
Carlos Encarnación Papito
Bordas
Veaney Arteaga Martha
Domínguez
Miriam Polanco Maria
Heinsen
Fanny Vásquez Christian
Borbón
Yoryi Sánchez Rosario Cespedes
Rosalia Brito Josefina
Baez
Samuel Méndez Ramon
F Pichardo
Carmen Meléndez María
Brito
Rafael Escaño Anny
Castillo
Gral. Tomas Taveras Dr.
Robert Cabral
Jonathan Dinzey Lucy
García
Nota: Declaración validada por más de 500 firmas adicionales.
Tel. 829.358.4550/ E mail: rcsantodomingo@lawfirm·hotmail.com
De acuerdo con todo lo emitido en este editorial, en defensa de nuestro laboriosos campesino fronterizo. Lic: Víctor Sánchez de la diaspora, Dominicana
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